Shakespeare en la empresa.

Algunas veces tengo la sensación de que la única mirada que podemos tener para adaptarnos a este mundo que nos exige, que nos genera necesidades, que nos empuja a la tecnología desmedida, que no nos deja espacio para ser, es hacia el futuro.

Sin embargo, si miramos hacia atrás y repasamos desde la literatura de los preclásicos hasta hoy, comprobaremos que la esencia del ser humano no ha cambiado tanto. Las pasiones, deseos, frustraciones, ambiciones y miedos de hoy, siguen siendo muy parecidas a las de nuestros antepasados.

Por eso, con frecuencia, busco inspiración en el pasado que me ayude a tener una perspectiva más humana del futuro.

Y una de mis mayores fuentes es Shakespeare. Y es que la belleza y sabiduría que contienen sus obras, lo hacen merecedor de su fama mundial.

Pero además, las obras de Shakespeare proporcionan importantes pistas sobre la gestión moderna. Los dilemas de los reyes y príncipes antiguos ofrecen perspectiva sobre los desafíos que enfrentan los directivos en el siglo XXI. »Henry V » es un caso de estudio sobre liderazgo y cómo crear lealtad. » The Tempest » ofrece un modelo sobre cómo gestionar el cambio. »Julio César» brinda una lección sobre cómo construir un equipo.

Cuando Henry V hace su famoso discurso en vísperas de la batalla de Azincourt, enfrenta un dilema familiar para muchos dirigentes: cómo persuadir a los trabajadores y mandos intermedios desconfiados a entrar en la batalla contra competidores de primer nivel y poner sus vidas o, en el mundo de hoy, sus trabajos en juego.

Explorar los personajes creados por Shakespeare, puede ayudar a los directivos del siglo XXI a desempeñarse mejor, en parte, porque les da una nueva perspectiva de sus desafíos, lo que les ayuda a replantear su respuesta a lo que ocurre.

La otra razón, es que proporciona una narrativa que ayuda a comunicarse de manera más efectiva. Como observó otro dramaturgo, G. B. Shaw, «El problema de la comunicación es la ilusión de que se ha producido» y es que, la mayoría de las empresas generan un gran volumen de comunicación interna y externa sin saber si se ha recibido o entendido.

Todos compartimos el mismo modelo en forma de arquetipos que nos ayudan a entender y explica el mundo en el que vivimos y, explorando esos arquetipos en las obras de Shakespeare, los líderes corporativos pueden mejorar sus competencias básicas.

Además, las obras del Bardo se pueden usar para mejorar el rendimiento de los equipos y organizaciones. Prestigiosas Universidades como Harvard utilizan obras de Shakespeare para ayudar a sus alumnos de MBA´s en cuestiones como management, liderazgo, inteligencia emocional etc.

Así mismo, la Universidad de Málaga, ha abierto una línea de investigación sobre el estudio de las obras de Shakespeare y el teatro de su época para el asesoramiento y formación de ejecutivos.

Por puro placer y también para mejorar tus competencias personales y profesionales, te invito a leer alguna de las obras de Shakespeare, ya me contarás.

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